Cuando la próxima generación revise los libros de historia o los archivos de "La Mula", encontrarán que el año 2013 fue -sin temor a equivocarnos- el año en el que el deporte peruano se hizo grande. Es que en el año que termina hoy, el Perú se convirtió en el centro de las miradas del mundo entero y supo, superando sus propias limitaciones y uno que otro ego, atraer a todos a nuestro país.

Por primera vez, la capital peruana fue la sede de una cita patrocinada por el Comité Olímpico Internacional. En abril se organizó, en Miraflores, el Congreso Mundial de Deporte para Todos, que permitió que aquí estuvieran el entonces presidente del COI, el belga Jacques Rogge; y su posterior sucesor, el hoy presidente de dicha entidad, el alemán Thomas Bach.

Un mes después, en el mismo distrito, se cumplía el Campeonato Mundial Juvenil de Levantamiento de Pesas. 

Perú organizó la primera edición de los Juegos Suramericanos de la Juventud en setiembre. Mientras la cita con presencia de 14 países y 2.500 deportistas se llevaba a cabo, en simultáneo se disputaban dos campeonatos mundiales: el de surf en Huanchaco; y el de tiro, en Surco.

En noviembre, Trujillo, Chiclayo y Lima se vivieron los Juegos Bolivarianos con un récord absoluto: 11 países (como nunca antes), 50 deportes (como nunca antes), 4.000 deportistas (como nunca antes), Perú participó en deportes por primera vez (como raquetbol o patinaje en línea), Perú ganó 61 medallas de oro (más que nunca antes). Acabó cuarto en la clasificación general, por detrás de Colombia -el campeón, Venezuela y Ecuador; pero ha quedado un legado en Trujillo y Chiclayo que ojalá sirva para que se fortalezca el deporte en la zona Norte del país.

Y, por si fuera poco, tras una campaña silenciosa pero muy efectiva, el Comité Olímpico Peruano logró convencer a los demás países de América para que confiaran en el proyecto que presentó y le dieran, por primera vez en la historia, la sede de los Juegos Panamericanos del año 2019. La tarea que comandó el COP, con José Quiñones a la cabeza, secundado por un grupo de profesionales, diseñaron una estrategia cumplida durante meses que terminó con una elección categórica: En Toronto, Canadá, el 11 de octubre, Lima recibió 31 votos, por encima de los 9 de La Punta (ARG), 9 de Santiago de Chile -que, en la víspera, se vendía como segura ganadora- y los 8 de Ciudad Bolívar, en Venezuela.

Un año que nos deja como ganadores. La experiencia ha sido fundamental y, en los ambientes del Comité Olímpico Peruano se rumorea ya de muchos torneos "grandes" que se vienen en los próximos años, concedidos o propuestos debido a que el mundo ya ha comprobado la experiencia peruana organizando citas. 

Tremendo año en el que todos pudimos gritar ¡Perú campeón!